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EL ESCRITOR Y SU PUERTA VAIVÉN​

Nueve encuentros de escritura creativa para docentes.

Les proponemos nueve encuentros de escritura creativa. Quizá las/os convoquen porque tienen experiencia en escritura o porque disfrutan de la lectura pero no se han dado el tiempo de expresar sus sentires o vivencias por escrito. Ésta es una oportunidad para iniciar o continuar ese camino a partir de una consigna que incentiva los sentidos e imaginación para escribir. Una propuesta para ustedes, docentes, y para que enriqueciéndola con su experiencia y aportes la compartan con sus alumnas/os.

PRIMER ENCUENTRO: SOY NATURALEZA

Te propongo en este encuentro conectar con la naturaleza de la que todas y todos somos parte. Que lo hagas de la manera que desees. Podés salir a caminar por un parque o sentarte junto a la ventana y contemplar desde ahí el cielo, un árbol, escuchar los sonidos naturales, cerrar los ojos y sentir cómo llega el viento a tu rostro, a tus manos, a todo tu cuerpo.

No interesa qué sitio elijas para esa conexión, tampoco si vas a caminar o a estar sentada/o. Lo que te resulte más cómodo y, especialmente, que a medida que lo hagas sientas que sos parte del todo y que —a su vez— cada sonido, aroma, color, cada movimiento de las hojas entra en vos y te modifica. Contemplá esa vida ofreciéndose con toda su belleza y abundancia. 

Cuando lo creas oportuno, tomá tu cuaderno y anotá lo que quieras: palabras, frases, ideas o imágenes que te surjan. Esas primeras impresiones las escribís en el cuaderno. Luego vas a  considerar aquellas que deseás recuperar para escribir un texto.  

Para mí, una brizna de hierba
no vale menos que la
tarea diurna de las estrellas,
e igualmente perfecta es la hormiga,
y así un grano de arena
y el huevo del jilguero,
y la rana arbórea es una obra maestra,
digna de egregias personas,
y la mora pudiera adornar los aposentos del cielo,
y en mi mano la articulación más menuda se ríe
de todas las máquinas,
y la vaca, rumiando con inclinada testuz,
es más bella que cualquier escultura;
y un ratón es milagro capaz
de asombrar a millones de incrédulos.

SEGUNDO ENCUENTRO: SOY EN CADA INSTANTE

A veces creemos que para que surja la creación tenemos que esperar un momento especial, pero en realidad cuando se está dispuesto cualquier instante es una fuente de ideas.

Te propongo que las próximas acciones cotidianas, esas que todos hacemos sin pensar, las hagas de manera consciente. Algunas ideas: mientras cocinás, te observás ¿cómo tomás la olla u otros elementos?, ¿cómo está tu cuerpo? Te podés detener en alguna posición, ¿a qué te recuerda esa postura?, ¿habías notado antes que hacías esos movimientos.

Escuchá lo que te rodea. ¿Sentís ruidos?, ¿vienen de la propia casa o de otro lugar?, ¿son siempre los mismos a esa hora?

Otros momentos que podés considerar: poner la mesa, tender la cama u otras acciones que sean habituales para vos.

Anotá lo que se presenta sin darle importancia al orden o la forma. Ya tendrás tiempo de tomar la hoja y decir: ¡esta idea me atrae, quiero desarrollarla!  

Y con la plancha yendo y viniendo sobre las sábanas y los
manteles almidonados, su imaginación empezó a volar.
Entonces en la rayita del televisor creyó ver señoras envueltas en
pieles y caballeros elegantísimos que bajaban de coches largos
y brillantes. También vio trineos que atravesaban la nieve y
barcos que se hacían a la mar.
 

 Graciela Cabal (1999, Sudamericana). La señora
Planchita y un cuento de hadas pero no tan
to

TERCER ENCUENTRO: SOY VOCES

Cuántas voces nos recorren, nos hablan, nos llaman por nuestro nombre. Voces bien definidas que reconocemos a la distancia.

También hay otras voces, esas dichas al pasar. La mujer que le comenta algo al hombre que la acompaña o aquellos jóvenes que conversan en el colectivo.

En este encuentro te invito a que escuchés esas voces. Las que llegan por medio de los recuerdos, las que te nombran; y también esas otras, nuevas o desconocidas, que podés encontrar en cualquier parte.

Te sugiero ir a buscarlas en el pasillo de una escuela, en una plaza… u otros lugares donde quieras detenerte a recibir palabras.

Ahí estás vos y los otros con sus voces. ¿Qué quieren decirte?, ¿qué imaginás de lo que escuchás?, ¿quiénes son?, ¿qué hacen en ese lugar?, ¿qué vínculo los une?, ¿son palabras conocidas para vos?

Te esperan hojas para escribir y la certeza de que tendrás muchas historias porque hay numerosas voces dentro y fuera, cercanas o muy lejanas.

(…) Pero ahora y aquí y mientras viva
tiendo palabras-puente hacia otros:
hacia otros ojos van y no son mías
no solamente mías:
las he tomado como tomo el agua
como tomé la leche de otro pecho.
Vinieron de otras bocas
y aprenderlas fue un modo
de aprender a pisar, a sostenerse. 

Circe Maia. Palabras

 “(…) Borges caminaba mucho por las calles empedradas de Adrogué (…) El escritor entraba en los almacenes de ramos generales y, tratando de pasar inadvertido, se sentaba en alguna de las mesas alejadas del mostrador y se quedaba escuchando los relatos que narraban los clientes.” 

Ángela Pradelli (2013, Paidós). El Sentido de la Lectura