Apoyo internacional a las trabajadoras y trabajadores argentinos que enfrentan el regresivo proyecto de reforma laboral

Organizaciones sindicales latinoamericanas e internacionales se solidarizaron con las y los trabajadores de la educación en rechazo al paquete de reformas que pretende debilitar a los sindicatos y socavar derechos individuales y colectivos del trabajo en nuestro país.

En el marco de la movilización de trabajadoras y trabajadores que tuvo lugar en todo el país en rechazo a la reforma laboral y el desfinanciamiento educativo, la Confederación Sindical Internacional (CSI), el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza Privada del Uruguay (SINTEP), la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA-TUCA) y la Confederação Nacional dos Trabalhadores em Estabelecimentos de Ensino (CONTEE) manifestaron su apoyo a las y los docentes de gestión privada.

 

A través de un comunicado, la Confederación Sindical Internacional (CSI) consideró que “esta reforma no es una modernización, sino un ataque generalizado contra los trabajadores y los sindicatos diseñado para satisfacer los intereses de las grandes empresas a expensas del pueblo”. En el documento, además, solicitaron al Congreso argentino que “repruebe este ataque a la democracia y a los trabajadores y trabajadoras”.

 

La Confederação Nacional dos Trabalhadores em Estabelecimentos de Ensino (CONTEE), por su parte, señaló que dicha reforma “representa un grave retroceso de los derechos sociales y laborales históricamente conquistados”. 

 

En tanto, el secretariado ejecutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza Privada del Uruguay (SINTEP) expresó su “total solidaridad con las y los trabajadores de Argentina”, resaltando que acompañan esta movilización para “enfrentar al gobierno de los privilegiados”.

 

Desde la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA-TUCA) manifestaron su apoyo a través de un video de Instagram, y afirmaron que «no hay democracia sin derechos laborales, ni desarrollo con exclusión social».