Por Daniel E. Di Bártolo. Director del INCAPE / Sadop
Uno de los principales desafíos que tenemos quienes habitamos el mundo de la educación es pensarla en clave de futuro o, dicho de otro modo, transitar los procesos actuales en todos sus planos y dimensiones y, al mismo tiempo, prever estrategias para los escenarios que vienen y que ya se anticipan. Esta fue la conclusión central a la que arribamos luego de la presentación del libro Educación y futuro, escrito por Gustavo Cirigliano en 1967, reeditado en 1987 y que Unipe Editorial ha vuelto a editar en el marco de su colección “Ideas en la educación argentina”.
En el acto, que tuvo lugar en la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) y contó con transmisión virtual, la docente, pedagoga y cofundadora de la UNIPE, Dra. Adriana Puiggrós, recordó su época como alumna de Gustavo Cirigliano, y señaló que “no sólo volví a sumergirme en su obra, sino que su relectura me produjo una avidez por volver a pensar los temas que nos propuso y analizarlos en el contexto actual”.
Por eso, al considerar los postulados y planteamientos del libro, la autora de innumerables y reconocidas obras, que además ocupó distintas funciones ejecutivas y legislativas y hoy es una personalidad consultada por todos los que transitamos el ámbito educativo, concluyó que “debatir educación y proyecto de país es, para las y los educadores, una imperiosa urgencia de los tiempos”.
Hernán Amar, autor del prólogo a la nueva edición, presentó un detallado estudio académico sobre la personalidad, la trayectoria y las ideas de Gustavo Cirigliano. En este sentido, afirmó que “para el pedagogo había un desajuste entre una educación que había sido pensada para un modelo agroexportador, y el modelo de desarrollo industrial que ya llevaba varios años en el país cuando se publicó por primera vez Educación y Futuro”.
Por su parte, Darío Pulfer, director del Departamento de Ciencias Sociales y Educación de la UNIPE y de la colección editorial, hizo un recorrido por la misma y subrayó sus objetivos: aportar al colectivo docente el acceso a libros referidos a la educación argentina en una perspectiva histórica y actual, “tratando de reponer materiales, renovar en forma constante abordajes y producir aportes significativos”.
Al participar del acto en representación de Sadop, comenté que la idea central de Gustavo Cirigliano había sido la de vincular la educación con un modelo productivo y un proyecto de país, y que, por lo tanto, su obra Metodología para el proyecto de país constituía un legado de filosofía de la educación, un rumbo y un sentido a la hora de discutir nuevos escenarios, nuevos desafíos y nuevas agendas político pedagógicas.
Cabe recordar que nuestra experiencia junto a Cirigliano se remonta a la década del 90, cuando publicó el libro Puntos de vista de la política educacional argentina, en el marco de la colección “Cuadernos del INCAPE”, editada por Sadop junto al Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) y Asociación de Filosofía Latinoamericana y Ciencias Sociales (ASOFIL).
Tras la crisis del 2001, Cirigliano nos inspiró para desarrollar el Proyecto Umbral, una relectura de los períodos históricos argentinos a la luz de los principios y corolarios desarrollados en su obra. Umbral significa resignificar el pasado para proyectar el futuro.
En nuestro país, educación y sociedad han dialogado a lo largo de la historia de distintos modos, con diversos énfasis y múltiples respuestas. En la Argentina de hoy, y me atrevo a afirmar que en la región y a nivel global, el surgimiento de nuevos procesos culturales, el impacto tecnológico, la instalación de la posverdad como verdad, el avance de sistemas de individualismo, odio y crueldad, entre otros factores concurrentes, nos desafían a repensar la educación mientras atravesamos los nuevos escenarios.
En este contexto, Educación y futuro de Gustavo Cirigliano, paradójicamente, significa otra invitación a una actitud que no debería faltar en los actores de la educación: discutirla y pensarla en términos de un proyecto nacional.
Traspasando el Umbral
Como trabajadoras y trabajadores de la educación privada, nuestro proyecto colectivo hizo una opción, a través del Proyecto Umbral (2004), en la línea que mencionamos. Hoy, a través de la Diplomatura Universitaria en Formación Sindical, Traspasando el Umbral (coordinada por Sadop, UMET, INCAPE y el Instituto de Investigación y Formación Trabajo y Salud), recreamos esta propuesta de pensamiento con el fin de promover un dispositivo de formación para nuestros cuadros de conducción, abierto a nuestras delegadas y delegados y a las y los docentes en general.
Estamos convencidos de la urgencia estratégica de pensar la educación articulada con el proyecto de país, y por lo tanto creemos que se trata de una decisión fundamental. Ninguno de los graves problemas que nos golpean puede empezar a resolverse si no priorizamos los procesos educativos y los orientamos a una idea de país para todas y todos.
Nuestra mirada parte del sujeto colectivo que representamos: las y los trabajadores docentes. Ellas y ellos, en nuestra concepción, son activos constructores de conocimiento pedagógico y, por consiguiente, la práctica educativa comprende tanto la experiencia como la teoría.
Al igual que Gustavo Cirigliano, miramos al futuro recogiendo el pasado, releyendo el presente y, sobre todo, con un compromiso profundo y esperanzador, y la convicción de que es posible construir una nueva sociedad donde el centro de las ocupaciones y preocupaciones sea la persona humana, la comunidad y la nación.